Por: Fernando Vega
Enlace ciudadano
En los últimos días las inundaciones pusieron en evidencia las malas decisiones que toman los desarrolladores de vivienda, en complicidad con algunos políticos y funcionarios del estado.
Debido al elevado costo del suelo, los desarrolladores inmobiliarios adquieren terrenos en las periferias en vez de adquirirlos en el centro de la ciudad, donde hay mejores condiciones en servicios e infraestructura. Por lo tanto, en México los conjuntos habitacionales se ubican cada vez más lejos de los centros urbanos y las viviendas son cada vez más costosas, a pesar de sus deficiencias.
A los desarrolladores no les importa si las personas hacen seis horas para ir y venir de su casa a su trabajo, ni el elevado consumo energético y menos el daño ecológico que implica eso. Solo les importa su utilidad y al final los que pagan los platos rotos somos los habitantes.
Es verdad. Los ciudadanos también tenemos una parte de responsabilidad, pues finalmente nosotros tomamos la decisión de adquirir viviendas en esos conjuntos habitaciones; pero es porque en el folleto publicitario de venta no mencionan que se construyen las casas en zonas de riesgo y, por lo que se ve, la ley no regula este tipo de proyectos.
Una solución es NO comprar ese tipo de viviendas.
Al ver todo esto me pregunto: ¿Cómo se atreven, las hipotecarias, a cobrar hipotecas tan caras con tasas de interés impagables? ¿Por qué el gobierno lo permite? ¿Quién gobierna en realidad y para quién?
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